El valiente

Se desnudaría, Le miraría a los ojos,

hurgaría,

acariciaría,

cuestionaría,

Le llevaría al cielo

y Le anclaría en la Tierra.

No es su misión. Es simplemente ella.

Es su esencia.

Es cálida.

Es rosa, rosa escandaloso.

El valiente.

 

Los colores, “simples” longitudes de onda a las que cada ojo podría dar un nombre diferente, nos afectan en cuerpo, mente y alma, decía Goethe. Éstos nos ayudan a diferenciar objetos, ideas e incluso clases sociales; nos informan de la realidad que habitamos; “deberían entenderse como creaciones culturales subjetivas: fijar de manera plausible una definición universal específica de todas las tonalidades conocidas es tan posible o imposible como establecer las coordenadas espaciales de un sueño”, escribe Kassia St Clair en su libro Las vidas secretas del color.

Por lo tanto, el color TOP de este año nos indica nuestra filosofía de vida desde hace ya 3 años (el tiempo pasa desde que aparece una inspiración, se crea el diseño, se muestra en pasarela y, finalmente, forma parte de nuestro día a día); nos ayuda a descifrar los mensajes del universo y nos guía en la toma de decisiones.

Así mismo, la moda es la primera herramienta que utilizan los especialistas para analizar el comportamiento de las sociedades. Es una idea que fluye en el aire y se transmite (de forma inconsciente) a través de la vestimenta, el maquillaje, las palabras, los edificios, el diseño en general… el fruto de nuestras creaciones.

 

Hablamos aquí del rosa.

El rosa y sus principales tonalidades: Baker-Miller, Mountbatten, Morado, Fucsia, Rosa escandaloso, Rosa fluorescente y Amaranto. El color de las niñas, eso sí, desde hace relativamente poco porque hasta mediados del siglo XX eran Ellos los que lo lucían. Y es muy fácil de entender. Se aceptaba entonces que el rosa era para los valientes y para los fuertes, y que el azul, en cambio, lo llevarían los más delicados, retraídos y precavidos. La situación cambia después de la segunda guerra mundial (aunque la Primera ya empieza a despertar a ciertas almas), cuando la mujer empieza a alzar la voz y a vivir con más libertad, cuando el valor se apodera de ella… Y en eso estamos hoy más que nunca.

En los años 20 o 30, Schiaparelli definió al Rosa escandaloso como “brillante, imposible, descarado, favorecedor, lleno de vida; […] un color escandaloso puro y sin adulterar”. Ella misma, Daisy Fellowes, Merilyn Monroe.

Los tonos pálidos, sin embargo, transmiten delicadeza y amor.

Es decir, mi perspectiva (mis prejuicios y mis sentidos) me susurra que es hora de ser únicos, valientes y firmes; lucir al veterano de guerra que llevamos dentro; hablar alto y claro.

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